suúltima película, Saló o los 120 días de Sodoma: “Es-candalizar es un derecho; escandalizarse es un placer”. Y en efecto, esta película es como mínimo escandalosa. El largometraje, inspirado en la no menos tumultuo-sa novela Los 120 días de Sodoma de Sade (1785), elige respetar escrupulosamente el crescendo de violencia del